Concepción totalitaria del Estado
El 26 de julio de 1947, Perón expresó: “En este país jamás se había ejercido otro gobierno que el político. Nosotros tomamos las riendas no solo del gobierno político sino también del económico y del social. Orientamos las tres actividades para tener un gobierno integral.”
Esa integralidad es lo que en otros países se ha llamado totalidad. El integralismo de la dictadura peronista es totalitarismo.
Claro que hay algunas diferencias entre su totalitarismo y los practicados en Italia, Alemania, la URSS (1) y sus satélites (2), pero también las hay –impuestas por el tiempo, el lugar y las circunstancias- entre los de estos países.
Coinciden, sin embargo, en lo siguiente:
a) Son anti individualistas. Por lo tanto, contrarios a lo que durante el siglo XIX se tuvo por esencial: la libertad de la persona humana frente al poder del Estado; la limitación de este poder a fin de garantizar esa libertad; la ordenación jurídica que asegure su ejercicio.
b) Son estatistas. Es decir, que el Estado expresa en ellos la voluntad única e intransigente de la Nación, ejercida por un poder ejecutivo fuerte, al cual los demás poderes quedan prácticamente sometidos.
c) Son antidemocráticos. O sea no admiten la legitimidad de las opuestas corrientes en que se divide la opinión pública, y por lo tanto, eliminan o persiguen como a enemigos del Estado –vale decir, de la Nación o de la patria- a los partidos e individuos que no comparten la doctrina oficial.
d) Para ellos, la Nación es un todo, ni más ni menos que una máquina con sus muchas piezas. El Estado no es sólo el cuidador de su buen funcionamiento, sino el determinante de su razón de ser. Mussolini decía que no es la Nación la que crea el Estado, sino a la inversa. “A la Nación la crea el Estado, que da al pueblo, conocedor de su propia unidad moral, una voluntad, y por lo tanto una efectiva existencia” (3)
El 26 de julio de 1947, Perón expresó: “En este país jamás se había ejercido otro gobierno que el político. Nosotros tomamos las riendas no solo del gobierno político sino también del económico y del social. Orientamos las tres actividades para tener un gobierno integral.”
Esa integralidad es lo que en otros países se ha llamado totalidad. El integralismo de la dictadura peronista es totalitarismo.
Claro que hay algunas diferencias entre su totalitarismo y los practicados en Italia, Alemania, la URSS (1) y sus satélites (2), pero también las hay –impuestas por el tiempo, el lugar y las circunstancias- entre los de estos países.
Coinciden, sin embargo, en lo siguiente:
a) Son anti individualistas. Por lo tanto, contrarios a lo que durante el siglo XIX se tuvo por esencial: la libertad de la persona humana frente al poder del Estado; la limitación de este poder a fin de garantizar esa libertad; la ordenación jurídica que asegure su ejercicio.
b) Son estatistas. Es decir, que el Estado expresa en ellos la voluntad única e intransigente de la Nación, ejercida por un poder ejecutivo fuerte, al cual los demás poderes quedan prácticamente sometidos.
c) Son antidemocráticos. O sea no admiten la legitimidad de las opuestas corrientes en que se divide la opinión pública, y por lo tanto, eliminan o persiguen como a enemigos del Estado –vale decir, de la Nación o de la patria- a los partidos e individuos que no comparten la doctrina oficial.
d) Para ellos, la Nación es un todo, ni más ni menos que una máquina con sus muchas piezas. El Estado no es sólo el cuidador de su buen funcionamiento, sino el determinante de su razón de ser. Mussolini decía que no es la Nación la que crea el Estado, sino a la inversa. “A la Nación la crea el Estado, que da al pueblo, conocedor de su propia unidad moral, una voluntad, y por lo tanto una efectiva existencia” (3)
NOTAS:
(1) (Nota del transcriptor) La URSS Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, hoy desaparecida fue sucedida por el Estado de la Federación Rusa aunque varios Estados se separaron y se siguen separando, es casi el actual territorio de Rusia.
(2) (Nota del transcriptor) La URSS tenía estados formalmente independientes pero cuyos gobiernos en realidad eran títeres de lo decidido en Moscú la capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
(3) Mussolini: Fascismo: doctrina, en “Enciclopedia Italiana”, tomo XIV, página 348.
No hay comentarios:
Publicar un comentario