La enseñanza secundaria
Aunque en menor grado que la primaria, la enseñanza media debió impartirse de acuerdo con los fines de peronizar al país.
Este objetivo se siguió por tres medios: 1º) La incorporación de la asignatura titulada “Cultura ciudadana”, la cual, después de explicar el proceso de formación de la sociedad argentina, loaba las “realidades justicialistas”; 2º) La orientación tendenciosa de algunas materias, sobre todo las llamadas de “formación histórico social”, que con notable habilidad soslayaron la tradición liberal y democrática de nuestro pueblo y exaltaron el espíritu reaccionario y el rosismo; 3º) Las referencias obligatorias al segundo plan quinquenal, aún en aquellas asignaturas en las que esta inclusión resultaba evidentemente forzada.
Y si con ello no bastara, la lectura obligatoria del libro “La razón de mi vida” en las clases de castellano, literatura e idiomas, completaba la empresa de captación.
¿Quién concibió y aplicó tal planificación? El ministro Méndez San Marín.
Interrogados los miembros de la comisión que tuvo a su cargo la redacción y ordenamiento de los respectivos planes, especialmente los que actuaron como coordinadores en las materias de formación histórico-social, confesaron que a él se debían las directivas acerca de la prédica fervorosa a favor del régimen.
La Comisión Investigadora de Educación ha señalado, asimismo, la grave responsabilidad que recae sobre los autores de textos de “Cultura ciudadana”, porque consciente y voluntariamente se prestaron a la propaganda del régimen dictatorial.
Aproximadamente, unos veinte autores escribieron dichos textos, pero parece que en la Escuela Superior Peronista se gestó un texto único escrito por el doctor Layús y Sesé, porque aquellos, no obstante su obsecuencia, no eran considerados suficientemente fervorosos y eficaces.
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