"Perón es el único soldado que ha quemado su bandera y el único católico que ha quemado sus iglesias".

Winston Churchill

Inicio - Contenido - Descargas Gratis

Publicidad

 photo Laura-web_zps5b8a06ee.gif

jueves, 5 de noviembre de 2009

La Política Interna Peronista: El Ministerio del Interior de la tiranía peronista

El Ministerio del Interior

El menos importante fue el Ministerio del Interior, el cual bajo la dictadura se convirtió en una especie de ministerio de Policía.
Su titular, Ángel G. Borlenghi, gustaba de tal función, sobre todo bajo el estado de sitio y, más aún, bajo el estado de guerra interno. A su antojo disponía entonces de la libertad de las personas. Encarcelaba a su gusto, se olvidaba de los detenidos, hacía vigilar las reuniones públicas, manejaba a los espiones dispersos en todos los ambientes de la Capital, clausuraba locales, concedía o negaba permisos para la realización de actos públicos, así fueran de exclusiva índole cultural; impedía el funcionamiento de instituciones culturales como la Sociedad Científica Argentina, la Sociedad Argentina de Escritores, el Colegio Libre de Estudios Superiores, ASCUA, etcétera; daba o negaba pasaportes, y luego esperaba tranquilo y sonriente que los interesados se humillaran a solicitarle aquello de lo que nunca debieron ser privados. Había militado en el Partido Socialista, sin conseguir destacarse. Su fuerza residía en la Confederación de Empleados de Comercio, de la cual era secretario.
A fines de 1943 firmó el manifiesto de los profesores, periodistas y hombres de negocios, en el que se reclamó “democracia efectiva y solidaridad americana”, duramente juzgado por el gobierno de Ramírez. Se puso en contacto con Perón cuando éste creó la Secretaría de Trabajo; lo abandonó asustado, a raíz de su forzada renuncia, y, a la postre, se adhirió a él definitivamente después del 17 de octubre. Desde 1946 hasta poco antes de caer el dictador, fue su ministro del Interior y luego también de Justicia, Fue propietario de “El Líder”, al que benefició con amplia publicidad oficial; dispuso a su antojo de los “fondos reservados” del ministerio; se hizo propietario de valiosos inmuebles e intentó hacerse donar por la confederación que dirigía una hermosa quinta en La Lucila. Cuando tuvo que renunciar después de ordenar, o de hacer ejecutar, la quema de la bandera argentina y, sobre todo de los sucesos del 16 de junio (1), huyó al extranjero precipitada y sorpresivamente.
En la política interna no fue más que carcelero y verdugo.
Tal fue el titular de la cartera desempeñada en otros tiempos por Rawson, Vélez Sárfield, Sarmiento, Roca, Joaquín V. González, Indalecio Gómez y José Nicolás Matienzo. Había alguna diferencia…
NOTAS:
(1) (Nota del transcriptor) del año 1955. Se trata de la Quema de la Bandera Argentina para culpar a los católicos; la quema de La curia y de muchos templos de la Ciudad de Buenos Aires y de otras ciudades de la república.

No hay comentarios:

Publicidad

 photo Estudio-juridico-puricelli-pinel450x100_zpsdea8ab8a.gif